De la diosa en mi(Facebook) |
Una mujer que recuerda su esencia de Diosa y está recuperando y renovando su confianza en sí misma no se siente amenazada por otras mujeres, incluso por aquellas con mayor confianza en sí mismas.
Una mujer de verdadera fuerza y carácter no ataca a otra mujer por despecho o celos para construir su propia autoestima.
La competencia, los celos y la falta de respeto en la forma de chisme, entre mujer...es son síntomas de una enfermedad patriarcal, arraigada en nuestra conciencia femenina. Es una Hermandad herida que encona más profundo de la psique debido a que viven en un paradigma cultural que enfrenta la mujer contra mujer, fomenta la competencia y la comparación recompensas de una mujer.
Imagina un mundo donde las humillaciones, los chismes, las comparaciones, etc. ya no sean tolerados. Un mundo en el que estas conductas no se consideren “cool”, tolerables o un modo de relacionarnos y no se satisfagan con la aceptación, la aprobación o el refuerzo como una manera de "encajar" con otras mujeres, sino que se entienda como una expresión de los profundos temores de separación, abandono y / o aislamiento. Es el grito de la herida en busca de ayuda, en la búsqueda de volver a casa... volver a la Hermandad y al “Ser Diosa”.
Es hora de tomar conciencia del daño que se está haciendo para el alma de la mujer en forma individual y global, cada vez que una mujer participa o acepta silenciosamente estas conductas heridas.
Extraído del material publicado en Circulos de la diosa en mi(Facebook).
Una mujer de verdadera fuerza y carácter no ataca a otra mujer por despecho o celos para construir su propia autoestima.
La competencia, los celos y la falta de respeto en la forma de chisme, entre mujer...es son síntomas de una enfermedad patriarcal, arraigada en nuestra conciencia femenina. Es una Hermandad herida que encona más profundo de la psique debido a que viven en un paradigma cultural que enfrenta la mujer contra mujer, fomenta la competencia y la comparación recompensas de una mujer.
Imagina un mundo donde las humillaciones, los chismes, las comparaciones, etc. ya no sean tolerados. Un mundo en el que estas conductas no se consideren “cool”, tolerables o un modo de relacionarnos y no se satisfagan con la aceptación, la aprobación o el refuerzo como una manera de "encajar" con otras mujeres, sino que se entienda como una expresión de los profundos temores de separación, abandono y / o aislamiento. Es el grito de la herida en busca de ayuda, en la búsqueda de volver a casa... volver a la Hermandad y al “Ser Diosa”.
Es hora de tomar conciencia del daño que se está haciendo para el alma de la mujer en forma individual y global, cada vez que una mujer participa o acepta silenciosamente estas conductas heridas.
Extraído del material publicado en Circulos de la diosa en mi(Facebook).
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